no vale de nada tanto humo
-y es que cuesta tan poco-

si por fin no doy el salto
y dejo de escribirle al mundo
para escribirme a mí antes que a nadie.

será que tantos borradores,
un montoncito de cursilería de muerte,
oh por dios! lo que has hecho de mí misma.

será que esas despedidas trágicas
las fantasías ridículamente crípticas
un día se harán polvo y ni yo
ojalá
pueda dar cuenta de su existencia

no llores todavía
porque seguiré acá en esta silla
mirando a la ventana más que al cielo,
durmiendome con la música hipnótica
de tu ventilador que no para,

me pregunto por qué demonios es posible
que el mundo refrende su existencia,
si vos no estás acá conmigo.

No hay comentarios:

Publicar un comentario