el sol se convierte en nube, la nube se convierte en lluvia, la lluvia y pronto anochece, y la nieve hasta las rodillas y luego la niebla y las cenizas, y entonces ya no veo, sólo escucho. qué bueno que no te veo, y qué bueno: ya no te escucho. no me hables ni me preguntes, basta! he dicho basta, y esta vez quiero que me obedezcas. y de nuevo sale el sol y ahí sigo yo, con los ojos cerrados de tanto no (querer) ver, y mis rodillas todavía tiemblan.
Capítulo 2: qué carajo es un hecho social


éste me está tocando el orto, se cree que soy pelotuda? cherry se da vuelta con toda la furia de una leona, saca los dientes y prepara el escupitajo. graciadió, el instinto animal corre por sus venas rápido, pero más lento que su racionalidad -todavía. cuando vió que detrás de ella la babosa patriarcal no era tal, que era una vieja paqueta con cartera de cocodrilo, y que avanzaba cual topadora, a los codazos, para bajar en tribunales, se contuvo. el escupitajo en el cocodrilo hubiera causado gran revuelo, qué bueno que se calmó. quiero llegar a casa, no aguanto, no aguanto... respira hondo, tararea una canción, y casi sin darse cuenta, ahí está de nuevo.
- aaaaaaaaaaaaaaaahh
- maría! qué hacés?
- ayudame
- pero te estás lastimando! dejame a mí
ajá. cherry tiró todo en el piso, su mochila, su campera, su paraguas y sus auriculares -será que siempre tuvo alma de guardavidas, ella (?)- y auxilió. hasta que no pudo más.
-no puedo maría, perdón
todojunto acude a la escena, cual guardavidas de la playa de al lado, pero en pijamas. Interrumpe la charla tan amorosa que estaba teniendo en la cocina con toto, y corre como si los huevos duros se le estuvieran pasando. me atrevería a decir que tenía casi entrenada esa corridita. toto se queda mirando el rescate absorto, con el mate en una mano y la medialuna en la otra.

en la biblioteca de la casa los libros están mezclados. alguna vez supieron estar ordenados por género, pero la avidez lectora de las habitantas y de algún que otro visitante de la casa, hicieron que pronto tomaran cualquier lugar en cualquier estante, y que ya a nadie le molestara. digamos que no perturba la neurosis obsesivo-compulsiva de cherry, ni la de todojunto, y mucho menos la de maría.
pero hay tres libros que han permanecido juntos los dos años. ay de ellos, que de tan iguales son uno solo. jamás se separaron, aún cuando cambiaron de estante: *las reglas del método sociológico*. ¿sociólogas en la casa? ni una sola.

la revelación: en el living, en el patio o en el baño, la depilación es siempre uno de esos momentos colectivos de la casa donde tod*s l*s habitantes se involucran. incluso pueblo, que desde la escalera observa prefiriendo esta vez tomar distancia y no ser el centro de la escena -por cierto, no quedaría muy lindo depilado. no hay dudas de que que la depilación constituía un caso típico de "hecho social total", coercitivo, externo y general (Durkheim, 1895:25). nada mejor que toto, que desde la cocina participa -a su manera- del hecho, para dar su testimonio. pero qué pena que no pueda hacerlo, ya que sólo se atreve a emitir algún sonido como ah, uh o ay, quizás alguna palabra suelta cuidado, pobre, pero nunca un conjunto de palabras articuladas. quizás sea pedir demasiado, dadas las circunstancias, claro.

maría, cherry y todojunto pueden sin embargo superar pronto la situación traumática, y una vez que logran arrancar la cera que le quedaba a maría detrás de la rodilla, retoman alguna que otra preocupación del momento. che, que le respondo al indeseable? las personas "especiales" -en el sentido más amplio de lo que por "especial" pueda entenderse- tenían en la casa apodos: la infame, el zángano, el indeseable, el estocker, el skater, el goma, el pesado. ah, y no nos olvidemos de toto, claro.
- pará. dejame pensar... 
maría siempre dijo que debería trabajar en redactar mensajes de amor que no parezcan de amor, pero que tengan un efecto como si verdaderamente lo fueran, de manera que la víctima caiga en las redes, digo en la trampa, digo que más bien no dude ni un segundo de que ha encontrado a la mujer de sus sueños, y de que no hay nada más importante que responderle ese mensaje de vuelta, de la manera más tierna posible. pero últimamente, también se estaba especializando en escribir canciones combativas, usando palabras malas. oh, cómo nos gustan tus canciones criatura. para mandar a alguien a la mierda maría usaba toda su poesía, todojunto toda su sensatez y ternura y cherry, su rabia más visceral:
- listo, le puse enviar.
- qué le pusiste al final?
- que se meta nuestro amor en lo más profundo del orto. y que feliz navidad.


*las reglas del método sociológico* fue siempre quizás alguna más de una vez el libro de cabecera para rendir un parcial, para preparar una clase, para explicar la depilación, la tocada de culo del subte o la composición colectiva de los mensajes "de amor". y una noche, para fundamentar la fundación de un frente de liberación...
a las dos poetas malditas más luminosas del universo: 
maría y todojunto
bichos, aquí


capítulo 1: despertar


8 am: maría baja por la escalera en bombacha, como siempre. ¿lagañas? jamás. rimel, sombra y khol negro sobre los párpados. el delineador corrido y las ojeras de trasnoche, pero qué linda estás maría, esas huellas del glamour de ayer te quedan tan bonitas esta mañana, qué bueno que es verano y bajás en bombacha, porque qué bueno que no bajás con tu bata floreada. silenciosa y con los ojos entreabiertos, corre en puntas de pie hacia el baño, y se desliza pronto a la cocina: leche chocolatada y a la cama. tal vez una chocolina, sólo para que endulce -un poco más- los sueños que interrumpió. poeta maldita, siga usté durmiendo, deje que esos nidos en sus pelos sigan escribiendo en secreto, esas historias que tanto nos gustan.

9 am: todojunto corre su cortina, con toda la energía de quien despierta y saluda al sol. ¿lagañas? seguramente. sus ojos dormidos, achinados como nunca en otro momento podrían estarlo, y sus cachetes rosados, tan tibios ellos. buen día día se mira al espejo y ay, qué blanco horrible, no veo la hora de estar negra, bien negra, tan negra. se acerca el verano y, sorprendentemente, todojunto desarrolla una obsesión compulsiva de tipo 3 alrededor del (no)bronceado. nadie sabe muy bien qué hay detrás de ello. se  ha llegado a comentar que sufre del "síndrome de michael jackson", pero que en el cono sur los síntomas de éste se invierten, como se invierten los remolinos de agua, las ráfagas de viento, o el sentido de las olas. aunqueo lo dudo, lo dudo seriamente.

10 am: maría baja por la escalera en bombacha, como siempre, como hace dos horas. esta vez no pasa por el baño, va directo a poner la pava para el mate. todojunto está en el living, rodeada de papeles. no es preciso agregar -claro, para quienes la conocemos-, que para entonces ya ordenó su pieza, prendió un sahumerio e incluso, puede que se haya duchado. aunque esto último lo dudo, lo dudo seriamente.
cherry también se levanta, aunque la cama grande a veces es tan grande, tan enorme que sus brazos extendidos no llegan a los bordes, y las sábanas son tan pesadas que no la dejan moverse. vamos, cherry, que ya es de día, el sol está que arde y abajo los bichos ya están revoloteando, preparando el mate, contándose los sueños. vamos que hay mucho que hacer, vamos que... arriba, dale no seas holgazana. entonces cherry se-recuerda -con gran esfuerzo- que todavía conserva algo de su pulsión de vida, a pesar del atentado de la cama grande, del ventilador, de las sabanas pesadas y de la inconclusión de sus sueños malditos. arriba, y se abre el bunker. ¿lagañas? a veces. los ojos hinchados, los pelos deshilachados, directo a lavarse la cara con agua fresca para terminar de despertarse. camina lento y con cuidado, como si temiera desplomarse de nuevo sobre la cama enorme -y a veces, lo hace. siempre es tarde, más tarde de lo planeado, más de lo debido,  sabés que te levantás media hora después de que suena el despertador, vamos cherry bomb, no seas tan maldita, no intentes engañarme con tus palabras malas.

buen día bichos lindos
y empiezan a revolotear...

sic

"sólo una salvación es posible":
supresión del anonimato

loop


"hay algo del *quereme* que no estoy transmitiendo bien". Comienzo de sesión con A, jueves 10:30 hs
"hay algo del *quereme* que no estoy transmitiendo bien". Comienzo de sesión con P, miércoles 20:00 hs
"hay algo del *quereme* que no estoy transmitiendo bien". Comienzo de sesión con Z, viernes 12:20 hs

niñaturas parte I


se ubicó en la esquina de una enorme mesa cuadrada, de esas que intentan ser redondas. se sentó en una silla de grandes, aunque sus little piernas con soquetes y puntillas que siempre detestó y que *cómo pican, no los quiero me aprietan los tobillos, quedaban colgando, y su flequillo cuadrado daba justo en el borde de la mesa. 

desde allí miró a su abuela, con sus ruleros y sus anteojos de carey pasados de moda, que cada verano le cosía payanas nuevas. *dale, vení ahora que el abuelo se va, y ponemos el ventilador y dormirmos al fresco, que la calor está fuerte. y el silencio del pueblo, y los silbidos de los plátanos, y a veces la vecina que pasaba por el zagúan y *elsa qué linda está su nieta eh, cada vez más grande. un día iba a detestarla, a llorar toda su rabia antes del pan dulce, a vomitar el turrón y los regalos navideños. pura mierda pueblo idiota, buenos aires me pudre y esta ciudad me carcome, con todo su pasado sobre mis pequeños hombros. *la yolanda maribel un día salvará al mundo, elsa.

al lado su padre. pausa. abro paréntesis. cierro. asterisco y *la yolanda maribel te salvará, después de la siesta y antes del verano. mis palabras son malas, y qué más da.

creyó que alfredo jamás moriría, como su padre. como el ventilador de la cocina, que nunca dejaba de *clic-clac-clic-clac a la hora de la siesta. que es lo único que se escucha, lo único que se mueve. y que a las doce la chata estaciona, elsa se apura a sacar la milanesa del fuego y en un salto casi acrobático la deja en la mesa, al mismo tiempo que le echa un huevo frito encima, antes de que la puerta del zaguán se abra. y la carrera de tc 2000, y alfredo que terminaba de comer y jugaba con mis dedos, todavía siempre tan pequeños y débiles. odiaba que los retorciera mientras se reía a carcajadas. la asustaban sus dientes marrones *que por el agua mala. *que por la rabia, a yolanda maribel no se la engaña.

clic-clac-clic-clac, el ventilador y el silencio. muerta la milanesa, muerto el huevo frito, muertos mis dedos, y sus dientes, y los ruleros de la abuela, moríamos todos en una siesta de pueblo interminable, y todos los tiempos se mezclaban, como los tiempos verbales de este recuerdo, como las palabras malas que guardé desde ese rincón de la mesa, debajo de mi flequillo, con mis little piernas colgando de la silla. 

lo que ella aún no sabía, era que la yolanda maribel salvaría todo, incluso sus niñaturas. ay de mí.

que me devuelvan el dinero digo
que me devuelvan las monedas con las que pagué esa entrada
esa entrada para ver barriletes chinos,
que me las devuelvan.
quiero el vil metal que me robaron, quiero incrustarlo en mi sien como una prótesis imperfecta,
quiero que apriete fuerte las pocas neuronas que revolotean, conspiradoras, terroristas del ser.

que me devuelvan el dinero,
mierdacarajo
porque yo ese día, con siete años dije,
decidida como nunca después lo estuve,
que quería ser barrilete

y la vida se me ha reído en la cara

*quien ríe último ríe mejor*
me dice mirtha al oído,
y tal vez.
ay de cuando me escondía entre las azucenas
ya no me asustaré del viento,
ya enfrentaré la tormenta
me rehúso a escribir mis palabras malas, acá todavía llueve pero las nubes estás mansas. mansa la vecina que me mira, desde su balcón despellejado, mientras fuma su porro creyendo que nadie la ve. y qué de las palabras intercesoras, esas que vuelven interrumpen arremeten esas que no, no son esas las malas. las malas son las que muerden humo fuego incendian. ey vecina, fumate el porro conmigo, vení. acá en la terraza todavía algunas palabras quedan. vení, bicho, no temas. vení en pijama, qué más da. yo estoy despeinada y
-bueno, farmacológicamente hablando, vamos a seguir así.
-así cómo? no me hables farmacológicamente, hablame manso, sin palabras malas. no me enredes con tus letras, ya bastante con mis pelos enmarañados.
sí, cruzate vecina, acá la comida está lista, todojunto dice que no llueve, ella siempre cree en el sol. quisieras conocerla, claro, nunca te hablaría farmacológicamente. y también es despeinada.
-bueno, también hay lugares muy lindos a los que puedo mandarte
-a cuáles? no me mandes a ninguno, dejame en mi terraza con mi vecina, con su porro y su pijama, con estas nubes mansas y el sol que todojunto promete que sale que ahí viene que ya llega.
dejame con mis palabras malas, vos buscate las tuyas propias.
decime que me extrañás, que querés sacarme a pasear.
¿helado de menta granizada? mi sabor más preferido de éste y todos los mundos.

decime que me querés, que querés invitarme al cine.
¿en patineta? dale, subamos a la mía, esa que un día dije que tenía pero que todavía no llegó.

decime que soy tu mujer preferida del universo, que cuando bailo mis pies se despegan.
¿a vos también se te despegan del suelo? cuando bailamos encendidos brillamos flúor en la pista, y todo el resto siempre nunca eternamente desaparece.

decime todo eso, por favor dale. decime todo eso que yo pienso, que quisiera decirte, pero que no me animo. que se me hacen un nudo la garganta y un bollito las palabras, que el circo pronto acaba, que una nueva función comienza. que el palito bombón helado de menta granizada se termina, que esos chicos en patineta se los están comprando todos, que esas acróbatas rusas hacen que todo alrededor desaparezca, incluso nosotros, nuestro baile, nuestro flúor.

decime, dale, que yo oigo
mientras sigo bailando
el humo y entonces respiro
mis dedos tiemblan.

"miedosa, sos tan miedosa que te hacés minúscula. te vas corriendo allá a dos cuadras, cuando acá el falcon arde en llamas" me decía papá mientras sus manos ardían, mientras yo, desde lejos lo miraba atónita, pálida y temblando.
mis manos temblaban. eran mucho más que sólo dedos.

*miedosa, un día vas a enamorarte, y vas a querer gritarlo, y la garganta se te va a hacer un nudo, atraparte el intestino y rodear tus rodillas chuecas, esas que vas a romperte por correr tanto. tan lejos de todo*

:: miedosa, tendrás un facebook y vas a matarlo. y vas a creer que así matás tus miedos, y que tus manos dejarán de temblar, y tus dibujos podrán por fin colorearse de fluor y teñirse de negro al mismo tiempo ::

+ matarás tu facebook + será tu primer y último mandamiento

y un día empezarás seguirás escribiendo. y soltarás esas letras que tenés tan guardadas, empolvadas en el umbral de lo repugnante. de lo bello lindo libre.

y de tan libre vas a prender la tele. zapping, media vuelta y adentro: vas a meterte en esa caja boba, vas a jugar con el pelo de susana, con las puntillas de mirtha, que huelen a naftalina.

***mirtha, no temas. soltate el pelo. no huyas del falcon, no tiembles. hacete un facebook, te presto el mío. viví, morí. soltate el pelo. sacate el maquillaje, dejate las ojeras, apagá la tele y agarrá ese libro***

{la yolanda maribel salvará al mundo, después de salvarte a vos, mirtha, y a mí, todavía en llamas}
lo supe todo siempre el primer día
todo cuanto pensé dije que no lo contaría
casi dibujé los pasos en falso
escribí ahora esas palabras extrañas

ya todo fue será o está por ser
ahora todo muere
ahora tod*s matan
ahora yo asesino

"matarás tu facebook"
obedecí mi primer y último mandamiento
todo cuanto pude dije prometí
pacté
para no matarme antes