Instrucciones para (no) morir de amor


1. Gire usted su cabeza hacia la derecha, sobre la línea de traslación y no de rotación
2. Intente leer las letras azucaradas. Inténtelo las veces que le sean necesarias, hasta lograrlo. Si no sabe leer, pida ayuda a algún artefacto cercano, y prosiga con el paso 4.
3. Léalas tres o cuatro veces, hasta descubrir la palabra dulce. No la palabra "dulce", sino la dulce palabra, entiéndase.
4. Recítela unas cuantas veces: "cielito", "cielito", etc. Repita la palabra tantas veces como su cerebro pueda reconocerla sin extrañarse.
5. Cuando ya no entienda de qué palabra se trata, deténgase.
6. Cierre los ojos, respire hondo y disfrute del sabor dulce que bajó al abrise la glotis para pronunciar la primera sílaba, atravesando el esófago junto a la segunda, y filtrándose entre las costillas una vez que dio voz a la tercera. Pronto, sentirá que la palabra se hunde violentamente en su corazón.
7. Atención: está usted al borde de un paro cardio-respiratorio. Verá: la glucosa molestará un rato en el pecho, hasta amigarse con las paredes viscosas de su corazón intrépido, así que no desespere. Siéntese al lado de una ventana, si es posible florida, de manera tal que el aroma de los jazmines le confirmen que está usted todavía vivo.
8. Intente volver al paso 4, y prosiga con los siguientes, hasta que crea haber sufrido entre ocho o diez infartos, o hasta que los jazmines pierdan todo su aroma.
8. Disfrute, usted ahora lleva en sus venas la sangre dulce del amor.

(dedicado a maría lluvia, narradora de instrucciones memorables)

1 comentario:

  1. ay, que vivan las instrucciones pa esta vida, tantas veces falta de caminos y recetas... pa sentirnos un poquito más vivas :)

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