No me resultan llevaderos los festejos. Me encantan las casas de los viejos, sus colores, sus estantes abarrotados de pelotudeces, sus lámparas fosforescentes y su olor estructural a sopa. Creo que me hacen acordar a las efímeras visitas que hacíamos los veranos a mi bisabuela, que vivía en el campo, cuando nos preparaba tostadas con dulce de leche en el horno a leña. La nona apenas esbozaba una sonrisa y no era muy habladora. Al poco tiempo pasó a ser un potus, y estoy segura de que estuvo sus últimos años deseando serlo de veras.
Soy muy chusma, se sabe. Camino por Munro y pispeo cada ventana, esperando encontrar una casa de viejos. Cuando encuentro una, ay de mí. A veces me quedo parada mirando para adentro, cogoteo a lo loco y entrecierro los ojos para ver más lejos, entre el cortinado. otras solo respiro hondo, siento el perfume y sigo caminando, mientras imagino historias detrás de las paredes.
Volviendo: no me resultan fáciles los festejos. Lidiar con los deseos propios, los ajenos, las papas fritas y los invitados sedientos no es lo que más me relaja en el mundo. Lo que más me relaja en el mundo, es vacacionar en lo de mi abuela. Mi abuela me espera con empanadas de jamón y queso recién salidas del horno, me abraza fuerte y aunque no sepa bien cómo comunicarse conmigo, siempre lo logra, de un modo casi mágico.
En muchas ocasiones mis festejos fueron arruinados, por mí o por terceros. Siempre alguien metió mal la pata en el plato, y después uno siempre se ve las patas sucias. Siempre alguien nunca llegó al festejo, o se quejó de que no le gustaba la comida, o vino con cara de orto o me llamó ocho veces para llegar, reprochándome -de paso cañazo- que vivo demasiado lejos. y bueno, después uno ve una piñata y llora, no?
Mañana festejo y hoy no está siendo fácil. Escribo con un nudo en la garganta y los ojos empastados, pero así y todo festejo. Mi viejo me dedica una canción en la radio y pienso que a pesar de todo y de todos, eso es exactamente lo que necesito:
1. escuchar la radio como mi abuela
2. que las personas se acuerden más de mi y menos en los festejos
3. faltarían las empanadas de jamón y queso recién horneadas, pero bueno... para eso es el festejo, no?

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